EL VETERINARIO PLATENSE QUE PASÓ 16 DÍAS VARADO EN EE UU VOLVIÓ AL PAÍS
Se terminó la odisea para Rodolfo Vargas, el médico veterinario platense de 48 años que llevaba 16 días varado en los Estados Unidos, después de que por la variante Delta de Coronavirus se endurecieran las restricciones para el reingreso de argentinos al país. Finalmente ayer el profesional pudo regresar. “Es un gran alivio. Si no me subía a un avión en julio no sé cuándo volvía porque todavía no hay vuelos pautados para el mes de agosto de regreso a la Argentina”, contó el hombre que el 4 de junio viajó a Norteamérica por un tratamiento médico de su hija Juana, a quien tuvieron que operar por una diparesia espástica.
La nena y su mamá habían podido regresar, luego de arduas negociaciones, para continuar con el tratamiento de la pequeña, pero Rodolfo llevaba más de dos semanas varado. Finalmente pudo tomar un vuelo desde Miami que le consiguió su operadora de viajes.
El profesional se sintió aliviado “ya que en Missouri se empezó a usar máscara de vuelta” debido a que las condiciones epidemiológicas volvieron a complicarse, por lo que temía mayores restricciones que lo mantuvieran alejado de su familia.
Sobre la recuperación de Juana, que pudo operarse luego hacer un enorme esfuerzo que contó con la ayuda de la comunidad a través de distintos aportes, dijo que “ella está bien, se está rehabilitando”.
Agregó que dentro de 6 meses tendrá un control por videollamada y después en 14 meses una evaluación física.
Días atrás Vargas contaba que “en mi caso tuve suerte porque encontramos argentinos que nos dieron una mano desde el primer momento. Una noche de hotel acá no baja de los 100 dólares y se hace cuesta arriba soportar los gastos. Hay que tomar en cuenta que viajamos por una situación sanitaria impostergable y lo hicimos con un enorme esfuerzo colectivo, porque nos ayudaron desde distintos sectores a conseguir los fondos para la operación de Juana y la estadía de nosotros tres”.
El caso de Rodolfo se multiplica por miles en nuestro país, que por goteo están regresando a sus ciudades para retomar su vida luego de haber viajado por diversas razones: tratamientos sanitarios, cuestiones laborales o esparcimiento.
Como se dijo, Rodolfo es el padre de Juana, la nena que fue eje de una campaña denominada “Juana quiere bailar”, mediante la cual, junto a su esposa Melina, reunieron fondos para la operación de la nena cuyo deseo de bailar se veía impedido por su enfermedad. Logró un principio de solución importantísimo con una intervención quirúrgica en Estados Unidos que salió tal cual estaba planificada y debe seguir con un intenso tratamiento que está logrando sus resultados.