INVESTIGADORES CREAN UN TEST DE COVID MAS RAPIDO Y ECONOMICO CON APORTE DE LA UNLP
Se trata de un descubrimiento de enorme trascendencia ya que detecta e identifica el virus SARS-CoV-2 y, además, determina si está activo o inactivo.
Un equipo de investigadores locales elaboró un test de diagnóstico de COVID-19 que arroja resultados en menos de dos horas y demostró ser tan efectivo como la prueba de PCR, más sencillo y económico. El desarrollo contó con el aporte de investigadores del Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas (INIFTA- UNLP- CONICET).
Se trata de un hallazgo de enorme trascendencia ya que es el único método rápido que permite diferenciar virus que están en estado infeccioso de aquellos que fueron inactivados. De este modo, es posible lograr la identificación temprana de pacientes enfermos con capacidad de contagiar. Además, el mismo sistema de testeo puede implementarse en muestras ambientales, como aguas residuales, para la detección de virus activos.
“Las pruebas de PCR que se utilizan hoy para la identificación de casos positivos son muy sensibles y, por lo tanto, efectivas. Sin embargo, se requiere mucho tiempo para obtener el resultado y, a su vez, los materiales y equipamientos requeridos son muy costosos. En contraposición, los denominados test rápidos son de bajo costo y permiten acceder al resultado en pocos minutos, pero registran una baja sensibilidad y, en consecuencia, poco efectiva”, explicó el integrante del equipo de investigación, Dr. Omar Azzaroni.
En esa línea, agregó que “en ambos casos resulta muy difícil lograr la identificación temprana de los pacientes positivos, que es una condición indispensable para su aislamiento y, en definitiva, para aspirar a un regreso más rápido a la normalidad”.
Sobre los componentes clave que tiene este método, indicó que “por un lado, obtenemos moléculas muy específicas, como si fueran anticuerpos, llamadas aptámeros, que nos permiten identificar rápidamente si estamos en presencia del virus y, además, determinar con precisión si se encuentra en estado infeccioso o no infeccioso. Por otro lado, estas moléculas se incorporan en un sistema nanoestructurado (nanoporos de estado sólido) que permite una sensibilidad única, debido a que el material tiene un tamaño parecido al del virus”.
Para superar las limitaciones de los testeos actuales se desarrolló este método eficaz para detección directa de virus intactos, sin pretratamiento de la muestra, con la capacidad de diferenciar los virus infecciosos de los no infecciosos. El nuevo método integra un aptámero de ADN altamente selectivo con un nanoporo de estado sólido de gran sensibilidad para detectar selectivamente virus infecciosos tanto en muestras biológicas como ambientales. Este sensor de aptámeros y nanoporos demostró ser eficaz para la detección del SARS-CoV-2 y de otros tipos de virus.
La Dra. Ana Sol Peinetti, una de las protagonistas de este desarrollo, explicó los distintos pasos del proceso: “Se trata de un trabajo interdisciplinario que exige, en primera instancia, un desarrollo de bioingeniería para obtener moléculas de ADN muy específicas (aptámeros) que se unan a virus intactos. Lo que hicimos fue diseñar el proceso de selección de los aptámeros, para eliminar aquellas secuencias de ADN que se unen al virus no infeccioso y quedarnos con aquellas que se unen al virus en estado infeccioso”. A su vez, señaló: “El paso siguiente es incorporar las moléculas a un nanoporo (nanotecnología) de estado sólido del mismo tamaño del virus, que permite un fuerte confinamiento del virus para mejorar la sensibilidad. Este sensor, al ponerse en contacto con una muestra -por ejemplo, de saliva- es capaz de determinar si estamos ante la presencia del virus y si este es infeccioso o no”.
En concreto, este nuevo test no sólo puede ser utilizado en personas, sino que además servirá para realizar monitoreos ambientales y detectar la presencia de SARS-CoV-2 en aguas residuales. Otra de las grandes ventajas de este dispositivo es que, utilizando otros aptámeros específicos, tiene la capacidad de detectar distintos tipos de virus.
Sobre este punto, Azzaroni resaltó que “se trata de un método de testeo verdaderamente superador, que nos permite contar con los resultados sumamente confiables de manera rápida, en un lapso que oscila entre los 30 minutos y las 2 horas. La clave radica en que no es necesario enviar las muestras para ser analizadas en el laboratorio, tal como ocurre hoy con las el método de PCR”.
El desarrollo del test se encuentra ahora en estado de prototipo, y los científicos ya piensan en escalarlo y avanzar en gestiones con empresas para su pronta producción y comercialización. La idea es que el dispositivo pueda ser usado para testeos masivos en aquellos lugares donde hay una gran circulación de personas como por ejemplo aeropuertos, estaciones de micros, hospitales públicos, etc.